Os de sempre

Publicado el domingo, 14 de octubre de 2012

"Os de sempre" es la fórmula menos dañina que encuentro para referirme a una forma de hacer política que lleva asentada mucho tiempo en las instituciones gallegas (como fiel reflejo, por otro lado, de lo que se aprecia en otros hemiciclos más pequeños o más grandes). Y es que, desde las autonómicas de 1993, los asientos del Pazo do Hórreo se han trifurcado en caminos muy íntimamente ligados: PP, PSdG o BNG. Las tres formaciones monopolizaron en 2008 el 95% de los votos emitidos (siete de cada diez gallegos no dudaron en confiar el devenir de la Xunta a este frente), mientras que no entra un cuarto grupo desde 1989.

Salpicados de pleno y unidos por la operación Pokemon, los tres estandartes de la política en democracia de Galicia empiezan a parecer unos gigantes de piedra inadaptados a la sociedad. Una casta de escaño y vidas altivas que confunde la realidad con las historias a cinco columnas. Que si tú escondes 400 millones, que si yo tengo un alcalde imputado, que si el otro tampoco puede arrojar la piedra demasiado lejos. Un remember del clásico "tú con tus Audi y yo con mi amigo constructor en el yate".

Y aunque sé que comparar las políticas del PP, PSdG y BNG es, a todas luces, una falta de tacto y un error de bulto considerable, no estoy dispuesto a retractarme. Es innegable que los tres partidos coinciden en que llevan demasiado tiempo urdiendo las conjeturas democráticas y ninguno de ellos ha logrado ese impulso definitivo que permita convertir a Galicia en un punto de prosperidad.

El carisma que ofrecen sus líderes es escaso. Detrás del humo del gobierno de Alberto Núñez Feijóo se esconde una previsible próspera carrera en Madrid. No pasará a la historia la primera legislatura comandada por el PP sin Fraga por nada en especial, aunque sí será recordad por la pátina de -falsa- austeridad que han acompañado a todas sus decisiones. Las alternativas de gobierno de Francisco Jorquera y Pachi Vázquez, por su parte, compiten por ser más desconocidas y grises que las del otro. Un canto a la mediocridad, la falta de ideas y el replay de posiciones políticas enquistadas. Y con esta tarjeta de presentación, no me merece la pena entrar a analizar sus propuestas. O de sempre.

En cualquier caso, el hemiciclo que surja del 21 de octubre promete recoger una mayor pluralidad. Seguramente no dé un vuelco, porque es muy probable que Feijóo siga siendo el presidente de la Xunta el próximo 22 de octubre, con una mayoría absoluta más holgada. El PSdG se dejará algún voto por el camino y BNG se resentiría tras su escisión. Poco a poco se vislumbra algún escollo para "Os de sempre"; buenas nuevas para la democracia.

En imagen, uno de los carteles electorales de Pachi Vázquez, en una cabina de Vigo. Sinceramente, coordinadores de la campaña de Pachi, ¿no hubo una fotografía mejor?

Nota del autor: "Os de sempre" es la primera entrega de una trilogía que analiza, simplifica y organiza las principales alternativas electorales para los comicios autonómicos, que se ve completada con "Os vellos coñecidos" y "As novas opcións". No se trata de artículos de fondo, análisis ideológico o comparativa de programas, sino de simples percepciones personales sin ninguna vinculación política.

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